El almacenamiento de datos se ha convertido en un tema de vital importancia para las empresas. Exigencias legales nacionales e internacionales o políticas corporativas que obligan al respaldo de información crítica digital y, sobre todo, las nuevas posibilidades de analizar sus datos para facilitar la toma de decisiones, conocer al cliente y mejorar su gestión han transformado este ítem en un factor estratégico, en donde existe una gran diversidad de soluciones tecnológicas.

Por ello, cada día la oferta de soluciones tecnológicas se ha ido incrementando, dando paso a nuevas opciones para respaldar los datos, como los discos extraíbles y los nuevos sistemas SSD (Solid State Drive), conocidos también como discos de estado sólido. Ellos se suman a las tradicionales cintas, inventadas hace más de seis décadas, y que, contrariamente a lo que algunos piensan, mantienen su plena vigencia en los centros de datos, impulsadas por el fuerte crecimiento del volumen de información digital experimentado en la última década.


Buena Salud en respaldo y archivado

En un contexto marcado por el fenómeno conocido como explosión de datos digitales y el Cloud Computing -que aumenta fuertemente las necesidades de respaldo-, el uso de las cintas de almacenamiento goza de muy buena salud. En general, las cintas siguen presentando ventajas muy competitivas desde el punto de vista económico en comparación con el respaldo en disco, tanto en costo por unidad como en consumo de energía, por mencionar algunas.

La industria de TI ha visto siempre al disco como una forma de complementar a las cintas, no de reemplazarlas. Las cintas no son fáciles de dejar. Y el disco no es suficiente, incluso con deduplicación.

La deduplicación es un proceso que desecha o elimina las copias de datos duplicadas, con la finalidad de optimizar el volumen de datos y el espacio disponible para su almacenamiento cuando se realizan respaldos de seguridad. En algunos casos, la deduplicación puede realizarse con análisis total de los archivos, mientras en otros esa tarea suele realizarse por bloques de archivos.

El proceso de deduplicación en muchos casos no es suficiente ante el surgimiento del ‘big data’, especialmente, en algunas industrias donde el volumen de datos ha crecido fuertemente en los últimos años.


Conviviendo con discos

Si bien los productos basados en disco cubren las necesidades de protección de datos, la tendencia apunta a utilizar cintas para reducir costos con un respaldo confiable, subrayando que los usuarios no sólo usan este sistema para respaldar los repositorios de información y bases de datos, sino también para quitarle “carga” al respaldo primario.

La cinta magnética se adapta mejor a la transición de la información del respaldo al archivado (archiving). Aunque muchos de los equipos de respaldo basados en disco han añadido características para manejar mejor los desafíos de la retención a largo plazo, el respaldo en cinta está previamente resuelto. No tiene problemas de lectura del índice en información deduplicada, hay mejoras en el manejo de energía así como en la autoconfiguración para expandir su capacidad.

Otra tendencia dentro del campo del respaldo de datos son los dispositivos de memoria SSD, tecnología que se inserta entre los productos catalogados como “verdes” por la industria, ya que permiten reducir el consumo de energía, optimizando el uso de los recursos.

Sin embargo, el alto costo que tienen dichas soluciones no permite predecir que vayan a reemplazar, en el breve y mediano plazo, a otros dispositivos. Desde el punto de vista del desempeño, los SSD tienen aún algunas brechas. Ninguna tecnología es perfecta. Hoy, las memorias SSD todavía presentan algunos problemas que le impiden a esta herramienta dominar el mercado mundial. Es necesario entender que todavía existen algunos puntos en que los discos duros tradicionales son superiores, incluyendo el costo.