Todo es una opción A mi modo de ver, la palabra opción, en su contexto positivo, debe sugerirnos una oportunidad o, mejor dicho, el privilegio de escoger libremente, siendo ésta última la palabra clave: libremente. Porque, en definitiva, todo tiene que ver con nuestra capacidad de atrevernos a elegir, de optar por una u otra cosa. Y qué importante es esto, ya que cada uno de nosotros es sólo el resultado de la suma de las opciones que ha tomado en el transcurso de su vida. Lamentablemente, la mayoría de las decisiones tienen la carga o el "pecado original" de nuestro pasado. Es decir, tomamos decisiones sobre el futuro, pero basados en las ideas o a partir de las conductas y eventos que ya pasaron. Este vivir "atados al pasado" crea una verdadera prisión que inhabilita o destruye las opciones con futuro. Más aún, muchas veces usamos los eventos que ya ocurrieron para justificar nuestra indecisión o inacción del presente. Tres pasos para reconocer y optar con futuro En diversos textos relacionados con la conducta se repiten tres importantes conceptos que ayudan a entender y proceder en consecuencia. El primer paso hacia una verdadera opción es saber internalizar que el pasado ya NO existe. La mayoría de las personas pretenden vivir el pasado en su futuro y, por eso, obtienen siempre, en una repetición sin fin, los mismos resultados. Para qué decir en ventas...se podrían hasta generar tratados relacionados a esa conducta. Pero qué contradicción, porque cualquiera diría que sólo un demente esperaría obtener resultados diferentes si sólo se dedica a hacer la misma cosa una y otra vez. Debemos tener presente, por lo tanto, que la verdadera opción es tener la capacidad y habilidad de tomar las decisiones basadas más en el futuro que en el pasado. El segundo paso corresponde al concepto de hacerse cargo, de asumir, de ser el responsable de los resultados. Esto equivale a entender de una vez que la responsabilidad comienza con SER la causa de SU existencia. Y es muy simple, comience preguntándose ¿estoy "causando" mi vida?. Hacerse cargo del resultado de la propia existencia es tomar propiedad de su vida y esto comienza con el compromiso personal de ser coherente con: "Yo genero lo que Soy, lo que Hago y lo que Tengo". Y aquí no hay términos medios, es una realidad binaria: "se ES o no se ES responsable por la vida propia". En todo caso, en esto no existe lo bueno o lo malo, lo correcto o lo incorrecto, simplemente existe lo que usted ES y lo que usted desea SER en cada área de su vida. Decidir cuándo se está frente a una opción es asumir la responsabilidad por su vida y estar al mando de ella. No hacerlo es abandonarla a un destino incierto. El tercer y último paso está relacionado con usted mismo, con atreverse a forjar SU futuro. Lo extraordinario es que si usted tiene la habilidad de atreverse a elegir libremente estará creando las oportunidades que se alinean con lo que desea construir para su futuro. Y en este sentido, cada persona es un verdadero "sistema generador de significado" en la medida que se libere de las creencias -o trancas- pasadas que lo limitan. En consecuencia, cada vez que tiene la opción de elegir libremente, en realidad lo que tiene es la oportunidad de construir la realidad de lo que ES..., tiene el poder para crear su futuro. ¿Cómo no va ser importante, entonces, decidir en consecuencia?. Y ahí viene la otra cuestión de fondo, que es tener conciencia de si usted está decidiendo libremente o si sólo deja que los demás lo hagan por usted...Pero eso ya es otro tema. |