Muchas veces hemos escuchado que la tecnología no para, y un buen ejemplo de esto es la evolución que han tenido los sistemas de videoproyección en la última década, durante la que han pasado de ser equipamientos casi exclusivos de salas de directorio y aulas magnas, a transformarse en uno de los productos de uso cotidiano, no sólo en grandes empresas y universidades, sino que también en hogares, escuelas y Pymes. Por esta razón, los fabricantes y distribuidores de videoproyectores cuentan con amplios catálogos de modelos, todos con características técnicas y funcionalidades muy distintas, de modo de poder ofrecer la solución más adecuada para diferentes requerimientos. El ABC de la venta Al momento de vender un proyector, es necesario tener en consideración diversos elementos, como Resolución, Brillo (lúmenes) y Contraste, entre varios otros. El primero se refiere a la cantidad de pixeles disponibles para formar la imagen. A mayor resolución de un proyector, más pixeles tiene. La resolución se presenta tradicionalmente en el formato Ancho x Alto, como 1280 x 720 (1280 pixeles de ancho por 720 de alto). No obstante, muchas marcas se refieren a sus equipos con las designaciones 720p (o HD, Alta Definición) o 1080p (Full HD, Alta Definición Completa). En estos casos, el número se refiere a la resolución vertical, mientras que la p significa progressive-scan (exploración progresiva o escaneo progresivo). Otras resoluciones estándar, son SVGA (800x600 pixeles) y XGA (1024x768 pixeles). En términos generales, a más alta resolución, más caro el equipo. Las ventajas de las resoluciones más altas (HD o Full HD) se refieren a que pueden mostrar más detalles en la imagen (asumiendo que la señal de video posee dichos detalles), y que reducen (o eliminan) la visibilidad de la estructura de pixeles. Ambas son muy deseables en un buen home theatre, pero no necesariamente en una sala de clases. El segundo factor es el Brillo (también conocido como potencia de iluminación o luminosidad), medida en ANSI Lúmenes (Lúmenes). Básicamente, su elección dependerá de la aplicación, pues en caso de proyectar en pantallas muy grandes, ambientes muy iluminados o en donde hay mucha distancia entre el proyector y la superficie a proyectar, se requiere un modelo con mayor brillo. Por su parte, el Contraste se refiere a la diferencia en brillo entre las partes más brillantes y las más oscuras en una imagen. Por lo general, para presentaciones y otras aplicaciones tradicionales de negocios y educativas, el Contraste es más bien una preocupación secundaria, pero en un sistema de Home Theatre, su rol es muy relevante, porque un proyector con altos niveles de contraste produce una imagen con niveles profundos de negro y un detalle muy definido de las sombras. En otras palabras, le entrega profundidad a las imágenes de video, lo que no se requiere cuando se está presentando un Powerpoint. Más funcionalidades, más oportunidades Con el avance de la tecnología, los proyectores han ido ganando en funcionalidades. Por ejemplo, muchos proyectores ya incluyen la capacidad de proyectar el contenido desde un pendrive o memoria Flash, sin requerir una conexión a PC. De igual modo, la conectividad se ha transformado en un factor de suma importancia al elegir uno de estos equipos. En este sentido, en los proyectores de gama media y superior (en especial en los modelos estacionarios), se han popularizado los puertos Ethernet (RJ-45) que permiten conectarlos y controlarlos desde una red LAN. En la actualidad, además de las venerables entradas VGA, Video Compuesto y S-Video, podemos encontrar entradas HDMI para simplificar la conexión sin sacrificar la calidad de imagen. Incluso algunos pueden usar sus puertos USB para entrada de PC. Otro aspecto de la conectividad en el que se ha avanzado mucho, son las tecnologías inalámbricas. Gracias al auge de los estándares wireless (como el 802.11 o el Wireless USB), muchos proyectores incorporan adaptadores de este tipo, permitiendo controlarlos desde una red inalámbrica. Otros incluyen tecnologías especializadas en la transmisión inalámbrica de contenido audiovisual, como el Wireless HDMI, que aún están en proceso de estandarización. Hoy en día, la portabilidad es un atributo muy necesario, especialmente en el mundo de los negocios, donde no siempre se puede llevar al cliente a una presentación. Entonces, para llevar la presentación al cliente, los fabricantes de proyectores han lanzado una gama de modelos ultra portables, también denominados como Pico proyectores o proyectores handheld. Estos proyectores son de tamaño compacto (incluso algunos caben en la palma de la mano), de tiro ultracorto y bajo brillo, están diseñados para potenciar la nueva generación de dispositivos móviles (como ultrabooks, tablets, smart-phones y cámaras), brindando una forma rápida y conveniente para presentar el contenido de éstos en cualquier superficie, como paredes y cuadernos. En definitiva, al momento de enfrentar un proyecto que incluya la venta de un videoproyector, asegúrese de conocer bien los requerimientos del cliente, incluyendo esos elementos que el usuario generalmente ignora o estima como poco importantes. Como hemos visto, existe un proyector para cada proyecto, y el negocio está en saber identificarlo. |