La cada vez mayor acumulación de datos, tanto en el hogar como en la empresa, y la proliferación de dispositivos sin disco duro, como las tablets, han favorecido el desarrollo de soluciones como los discos externos móviles y los sistemas NAS, una alternativa de almacenamiento conectado a la red red que permite guardar los datos de forma segura. De formato compacto, los NAS integran varios discos duros (desde una hasta seis u ocho bahías), una CPU con procesador, memoria RAM, puertos RJ45 y USB y conexión a fuente de energía. Para su funcionamiento se requiere de un sistema operativo, el cual se instala en una pequeña partición de uno de los discos, permitiendo que el NAS funcione sin la necesidad de un computador. Además, se puede configurar asignando grupos y cuentas de usuario y otorgar permisos de lectura y escritura de carpetas y archivos. Un NAS es mucho más que una forma de guardar datos en forma externa y masiva, pues posibilita, entre otras opciones, efectuar descargas P2P; transformarse en servidor web, FTP, multimedia (DLNA, UPnP, iTunes o visor de fotografías) o impresoras por red; realizar configuraciones RAID; hacer copias de seguridad y soportar unidades USB o eSATA o plugins de terceros. Otra ventaja de los NAS es que, como se conectan a un router, se puede acceder a su contenido desde un smartphone, un computador portátil o incluso desde un Smart TV. Además, posibilita compartir los archivos vía e-mail o redes sociales. Mayor seguridad Debido a su conveniente costo total de propiedad, los NAS son una buena alternativa para pequeñas oficinas, Pymes y usuarios de hogar. Además, son más seguros porque en vez de almacenar los datos en un solo disco duro distribuyen copias de los datos entre distintos discos que actúan como uno solo. Cuando un disco duro falla se genera una alerta para los administradores de la red, pero la información continúa estando disponible para todos los usuarios. Un disco duro dañado puede ser reemplazado por uno nuevo sin necesidad de que los usuarios ni siquiera se den cuenta, ya que desde sus ordenadores continuarán trabajando normalmente y continuarán teniendo acceso en la red a la información que necesitan. Diferencias con SAN y DAS Además de NAS, existen otros dos modos de almacenamiento. Uno de ellos es SAN (Storage Area Network), la cual es definida como una red de storage integral que reúne una red de alta velocidad de canal de fibra o SCSI, un equipo de interconexión dedicado y discos duros. En este caso, las peticiones se realizan directamente al sistema de archivos. Otra alternativa de almacenamiento es DAS (Direct Attached Storage), que se comunica de la misma forma que SAN, a través de protocolos SCSI, SAS y Fibre Channel, pero se conecta al servidor a través de un host bus adapter (HBA). Con la tecnología NAS, en cambio, las aplicaciones hacen las peticiones de datos a los sistemas de archivos de manera remota mediante protocolos CIFS y NFS por medio de Ethernet, lo que hace que sea menos costoso. |