Se entiende por geolocalización a la identificación de la ubicación geográfica en el planeta de un objeto que emite su posición, como un radar, un teléfono móvil o PC conectado a Internet. Se diferencia del posicionamiento global principalmente porque consiste en asociar la posición del objeto localizado con información útil asociada a ese posicionamiento, más que entregar una coordenada. Por ejemplo, una geolocalización es entregar el número de calle donde el objeto está localizado en ese momento.

El estudio de Mobile Life 2012 en torno al uso de los teléfonos celulares, realizado en 58 países, sostiene que los servicios de localización son los que más crecimiento han experimentado en el último año. El 19% de los usuarios de celulares a nivel mundial ya los utilizan y un 62% declara que le gustaría usarlos próximamente.

Otros datos del análisis indican que un 46% de los encuestados utiliza navegación con mapas y GPS, y un 13% de usuarios de redes sociales se registra a través de plataformas como Foursquare o Facebook Places, lo que supone un crecimiento del 50% con respecto al 2011.

Por otra parte, un 22% utiliza esta tecnología para localizar a sus amigos cercanos, uno de cada cuatro lo hace para encontrar restaurantes y otros lugares de ocio. El 19% revisa los horarios de los transportes y un 8% solicita un taxi a través de un servicio de localización.


Tecnologías de geolocalización

La tecnología más usada en el mundo para obtener una geolocalización precisa en metros es el posicionamiento global vía GPS. El GPS aplica el principio de la diferencia en tiempo de llegada o TDOA (Time Difference Of Arrival), que en simples términos determina la posición comparando el tiempo en que más de dos receptores reciben la señal de un mismo emisor. Esta tecnología entrega un posicionamiento global con una precisión de metros, pero requiere que el dispositivo a localizar tenga un chip GPS.

Otra alternativa en uso es la geolocalización por IP, que consiste en asociar una posición con la IP del equipo que se conecta a Internet. Esta tecnología se basa en enormes registros actualizados en bases de datos que cruzan la información de una IP con el país, ciudad y otros registros generados por los proveedores ISP. Esta tecnología sólo requiere conexión a Internet, y un proveedor cuyos registros permitan una exactitud confiable, la que se estima en un radio de 5 a 8 kilómetros.


Aplicaciones

Aplicando una correcta combinación de información georreferenciada y posicionamiento global, es posible, por ejemplo, determinar el país o ciudad donde el objeto está, y adaptar el idioma, el horario, y la moneda de las aplicaciones del teléfono móvil. O bien, asociar el dispositivo con una posición en un mapa de calles para así poder dar indicaciones de tránsito.

El uso más extendido de la geolocalización en las empresas es en procesos de logística, como el seguimiento de flotas de entrega de productos, o en navieras que cubren los recorridos de sus buques y así estimar horas exactas de arribo a los puertos. Sin embargo hoy, la fuerte penetración de los móviles que cuentan con chips GPS ha hecho que el marketing incorpore la geolocalización para enviar su mensaje al lugar donde se encuentra el cliente.


Tecnologías asociadas

Para que una empresa pueda montar una estrategia de geolocalización, ya sea para campañas de marketing o algún proceso de su negocio, es necesario que considere varias tecnologías: Software GIS o Sistema de Información Geográfica, capaz de cruzar datos que un GPS o dispositivo de posicionamiento global le envíe, con otros registros.

Cartografía digital, que se aplica a la zona geográfica donde tiene inferencia el negocio. Por ejemplo, el plano digitalizado de las calles y direcciones de los sectores donde se haga la distribución.

Una base de datos de los clientes, donde estén a una posición georreferenciada. Por ejemplo, el o los domicilios de los clientes a quienes se les distribuye un servicio o producto.


Geomarketing

La creatividad implícita en el marketing y las ventas ha llevado a la geolocalización a nuevas e innovadoras aplicaciones, donde la presencia de las marcas en redes sociales con georreferenciación llevan la delantera.

Las aplicaciones más conocidas donde existe geomarketing son Google Shopper, Foursquare y Gowalla: Redes sociales en las cuales los usuarios comparten su opinión sobre lugares (restaurant, comercios, etc) que visitan y registran su ubicación.

Otra aplicación es Google Places, donde los comercios y empresas agregan sus direcciones y números de teléfono para disponer promociones, campañas publicitarias y ofertas a clientes según su localización.

Las campañas de marketing en las que la geolocalización es más utilizada tiene relación con entrega de cupones de descuento y ofertas al usuario dependiendo de qué tan cerca esté de algún comercio, usando otras plataformas tecnológicas como los digital displays o los cajeros automáticos.

En Chile, donde hay una gran penetración de los smartphones dentro de los consumidores, éstos cada día se están familiarizando más con las prestaciones de las aplicaciones que logran geolocalizarlo. Ya es habitual que el usuario, cuyo celular, tablet o ultrabook sea capaz de darle indicaciones para encontrar una dirección, estaría muy interesado en que además le indique la estación de servicio abierta más cercana, o las mesas disponibles de los restaurantes que le queden más cerca.

La tecnología por parte del cliente ya está activa y disponible. Son las empresas de servicio las que deben estar preparadas para decir dónde están, y el canal deberá poder apoyarlos en este salto hacia la geolocalización de su negocio.