Estas herramientas están derrumbando las viejas barreras artificiales que existen en las empresas y que imposibilitaban el uso de dispositivos personales en ambientes de trabajo. En el trabajo, en el hogar, y ahora en cualquier parte los trabajadores tecnologizados (iWorkers) y los consumidores acceden a las redes sociales y a los mensajes instantáneos ya sea para trabajar o realizar actividades de su vida privada. Usan estas mismas herramientas para estar informados, conectados y productivos en todo momento. Esta permanente accesibilidad y disponibilidad del consumidor y del trabajador están forzando un cambio en áreas como el soporte y la atención a público de las organizaciones.
El iWorker y su masiva penetración está cambiando el modelo TI tradicional, y obliga a cambiar la forma de gestionar las TI dentro de las organizaciones, lo que sin duda significará -en un lapso no mayor a tres o cinco años- un gran cambio en la productividad de las empresas. Sin embargo, aún son muchas las organizaciones que no están preparadas para capitalizar esta nueva forma de trabajar y consumir.
Un estudio reciente de Unisys conducido por IDC, evidencia una brecha entre las expectativas de los nuevos iWorkers y la capacidad de sus empleadores de administrar, asegurar y dar soporte a esta tendencia. Esta brecha redunda a su vez en que tampoco la organización está sacando provecho de ésta. Y por sacar provecho nos referimos a expandir la productividad con nuevas formas de conectarse y colaborar, permaneciendo como una organización y lugar de trabajo competitivo e innovador, en la cual sus trabajadores cuentan con soluciones Ti que son flexibles y seguras.
Cómo son los iWorkers
Los nuevos iWorkers no demandan cambios, sino que los lideran a través del uso consensuado de la movilidad y la interconexión. Para ellos es tan natural y fácil reunirse o concertar propuestas a través de las redes sociales y las videoconferencias, que les cuesta aceptar que su lugar de trabajo no pueda facilitar o aprovechar las ventajas de las herramientas que todos sus empleados usan. En todo caso, mientras los iworkers ven a la tecnología como una parte íntima, fácil y cercana a ellos, tienen escaso conocimiento de los riesgos de seguridad, problemas de administración, y mucho menos de las implicaciones legales y de privacidad que la conexión masiva de dispositivos en las aplicaciones de los lugares de trabajo implica.
En una encuesta realizada por la IDC y UniSys en 2011, se detectó un aumento de 10 puntos porcentuales del uso de dispositivos propios de los trabajadores en tareas de la empresa, llegando a un 40,7%. De los dispositivos más indispensables para la realización del trabajo, destaca la caída del PC estacionario de un 51% el 2010 a un 35% este 2012, cubierto principalmente por el uso de laptops y netbooks. Llama la atención el aporte de un 9% que sólo este 2012 alcanzan las tablets, que es más explosivo que el aumento de un punto porcentual por año de los smartphones, que llegan al 6%.
De las redes sociales, las que más han experimentado un incremento entre 2010 y 2011 en el uso laboral es Facebook y Linkedin, junto con un impresionante 57% de uso de webs o sistemas de conferencias remotas. Las reuniones de trabajo se están yendo rápidamente a Internet.
Cómo son las empresas
Las organizaciones, mientras tanto, siguen operando con modelos de TI estandarizados y rígidos. Modelos que son muy buenos para controlar los riesgos y los costos, pero que hace a las organizaciones terreno poco fértil para las ideas vanguardistas y la innovación, que son sin duda el motor de la productividad de estos nuevos tiempos.
Para aprovechar todo el poder de esta nueva forma de ser productivos, las organizaciones necesitan modernizar sus ambientes TI con el objetivo de:
Administrar y dar soporte a las nuevas tecnologías de consumo.
Asegurar los datos críticos contra hackers, virus, robo de identidad y otros delitos informáticos que abundan en estas nuevas tecnologías.
Ofrecer las aplicaciones interactivas que el consumidor busca cuando está comprando.
Manejar la esperada multiplicación de las transacciones que estas nuevas experiencias interactivas supondrán para la infraestructura TI existente.
Atraer y retener a la nueva generación de trabajadores en la empresa.
Para aquellas organizaciones que abracen y capitalicen este impulso innovador, las repercusiones serán enormes en términos de flexibilidad organizacional, fuerza de trabajo más comprometida y comprometida, posibilidad de dejar atrás a sus competidores e incluso disminuir sus costos de producción.