Cristián Montero, Alfa Omega PC

Leonel Scarpati, Best Tech

Juan Manuel Vicente, VTK

Jaime Pérez, CS Byte

Raúl Donoso, Radal

Jorge Henríquez, PC Red

A 11 años de dicha aventura, mucha agua ha pasado bajo el puente: diversos locales han surgido y desaparecido y la mayoría ha debido sobrellevar altos y bajos en las ventas.

Cristián Montero, Encargado de local de Alfa Omega PC, una tienda con cuatro años de existencia, pero cuyos socios llevan más de una década ligada el mundo informático, comenta que las ventas han estado bastante variables. "A veces se ven momentos buenos, en otros, bajas ventas repentinas y luego se repunta. Pero en definitiva, no podemos quejarnos de malas ventas", señala.

El público de San Diego abarca un amplio espectro, desde empresas hasta estudiantes, los cuales son atraídos por precios más atractivos que en el gran retail. Otra diferencia que destacan los locatarios es la calidad de atención que pueden brindar versus una multitienda. Estos dos factores son para muchos, las grandes ventajas del barrio. "Una de las cosas con las que nos hemos destacado es la calidad del producto. Nosotros nos hemos abocado totalmente a la calidad. Yo prefiero tener un poquito más alto el precio, pero asegurarme que lo que se llevó el cliente es un buen producto. Eso ha hecho que el cliente vuelva y nos recomiende. Nuestra principal publicidad son los clientes felices y satisfechos", consigna Montero.

El mejor precio siempre va a estar en calle San Diego, asegura Leonel Scarpati, Director de Best Tech, tienda con cuatro años de existencia. "La gente que viene para acá sabe que puede negociar y realizar una buena compra. Además, nosotros no sólo vendemos cajas, sino que aconsejamos al cliente. Eso es lo que mantiene vivo al barrio. Aquí no somos vendedores, somos asesores. El tratar bien al cliente hace que otros lleguen recomendados y eso mantiene al sector", asegura.

Similar opinión tiene Juan Manuel Vicente, Director General de VTK, empresa que se instaló en la esquina de Av. Matta con San Diego hace tres años. "Cuando un cliente va a una gran tienda, lo usual es que los vendedores no tengan conocimiento de lo que venden. Acá en San Diego, nuestra fama es que los vendedores tienen mucho conocimiento, y por eso la gente sigue viniendo, especialmente cuando un consumidor tiene una necesidad específica, como por ejemplo, un PC para diseño o jugar videojuegos.

Dificultades para la expansión

Y si bien son muchas las ventajas que San Diego puede entregar a los consumidores, el barrio debe lidiar con una serie de problemáticas, principalmente, ligadas a la falta de seguridad, estacionamientos y apoyo para el hermoseamiento de la calle y de los mismos locales.

"El barrio tecnológico se consolidó bastante", explica Jorge Henríquez, Gerente Comercial de PC Red, quien también optó por la céntrica calle al advertir la gran presencia de público que generaba Refly en el año 2000. "Ha habido muchos intentos, tanto privados como públicos, para levantar el barrio, pero han sido irregulares, lo cual hace difícil un mayor repunte. Además, si tuviéramos más apoyo de las marcas ayudaría mucho. Por ejemplo, si tuviéramos acceso con mayor frecuencia a productos exclusivos, las ventas serían aún más explosivas", indica Henríquez.

El Jefe de Operaciones de CS Byte, Jaime Pérez consigna que han pasado tiempos difíciles y otros de mayor bonanza, especialmente los últimos tres a cuatro años, cuando marcas y mayoristas se unieron a los locatarios para brindarles un mayor soporte. "Nos entregaron mucho apoyo de marketing y productos específicos para el barrio San Diego. De esa forma pudimos luchar con tiendas más grandes como Wei y PC Factory y otras grandes empresas", comenta.

Algo de culpa tiene el Transantiago, añade Raúl Donoso, Dueño de Radal, establecimiento con siete años de vida, ya que al ser el público del barrio de estrato socioeconómico medio-bajo, los cambios de recorrido en la locomoción colectiva afectaron las frecuencias de compradores. "Todos los que iban hacia el norte pasaban por San Diego. Por ende, los días sábados se llenaba de gente la cuadra. Eso hoy ya no se ve. Igual, gente tenemos todos los días, pero no tanta como antes", explica.

Otro inconveniente, añade Scarpati es la falta de estacionamientos y la capacidad de crédito que no tienen, al contrario de las multitiendas.

Sobre dicho punto, el Gerente de Best Tech aclara que hasta hace un par de años al ir a San Diego en auto el consumidor corría el serio riesgo de ser asaltado. "Incluso habían bandas de cuatro a cinco delincuentes que entraban a las tiendas y se llevaban los artículos. Eso ya ha desaparecido, no en un 100% pero si en un 90%, sin embargo, el barrio ha ido perdiendo por otro lado y tiene que ver con el ingreso de la computación personal a las grandes tiendas, las cuales ofrecen crédito y frente a eso es muy difícil competir".

El representante de Alfa Omega PC concuerda con Scarpati al sindicar al medio de pago como un gran obstáculo para el desarrollo del barrio: "La verdad es que no hay competencia con el gran retail. No brindan ni la calidad ni el servicio que uno puede ofrecer, pero ellos están abocados a dar una forma de pago alternativa a sus clientes con la que no podemos atraer a mucho público en ese sentido".

Vicente comenta que la intención de TDK al instalarse en San Diego fue revalorizar el sector, lo cual se propusieron instalando un local con un fuerte énfasis en el diseño y la oferta de productos. "El barrio ha mejorado en estos últimos tres años, pero hay que seguir potenciándolo, ya que de esa forma ganamos todos. Tenemos que invertir para mejorar la zona y la gente lo tome como lo que siempre fue, el polo tecnológico de Santiago", acota.

Esfuerzos se han realizado, el ejecutivo de CS Byte recuerda que incluso hubo una página web del barrio y que hasta hace poco se instaló una caseta de seguridad, la cual fue eliminada porque no todos los locatarios pagaban su cuota mensual. Asimismo, Pérez considera que hace falta un mayor profesionalismo en el área: "hay muchos negocios que cierran, se van y después vuelven con otro nombres lo cual afecta la seriedad del sector. Por otro lado, en las reuniones que hemos hecho acá te das cuenta que hay pocos profesionales en el rubro, y por ende es difícil tirar el barrio para arriba. Hay muchas empresas que están aprovechando más la ocasión que desarrollar una estrategia de mejoras a mediano o largo plazo".

El apoyo municipal también es escaso. Donoso explica que momentos de elecciones se les han prometido mejoras, pero éstas tampoco han llegado. "Cuando hubo elecciones de alcalde la última vez, vino Zalaquett y nos prometió el oro y el moro. Por ejemplo, la caseta de seguridad la instaló la municipalidad, pero nosotros pagábamos los sueldos de los guardias, lo cual terminó siendo inviable porque no todos pagaban. Esa medida era muy buena porque el público venía con plata en efectivo a comprar y debían sentirse seguros en cualquier parte y en ese sentido, la caseta ayudaba mucho", expone Donoso.

Un barrio consolidado

Pero si bien, la mayoría opina que con algunas acciones San Diego tendría un mayor auge, existe consenso en que sigue siendo un buen polo para la venta de tecnología. "El barrio está consolidado. Y con las iniciativas de marcas y mayoristas, las cuales organizan capacitaciones y promociones revitalizan el negocio", resalta el dueño de PC Red.

Cuando un barrio se arraiga, agrega el dueño de Radal, es difícil que desaparezca: "Lo puedes ver en el caso de las bicicletas. Este barrio es de bicicletas desde hace más de 30 años y aún está consolidado. En esta misma calle, pasando Av. Matta, está el barrio del cuero y el calzado, el cual también lleva muchos años y no ha perdido ese carácter. Tal vez, más adelante, el rubro cambie un poco más hacia el servicio de venta de repuestos y servicio técnico, pero dudo que desparezca".

Al respecto, Scarpati añade que "si seguimos haciendo las cosas como hasta ahora, la gente seguirá viniendo. Tenemos que enfocarnos en cómo lograr que más personas nos visiten. Si lográramos aunar fuerzas entre todos podríamos rescatar un poco más el barrio".

La unión es vital, pero difícil de lograr, manifiesta Vicente. "Soy optimista y creo que San Diego se seguirá potenciando, lo cual es incentivado por algunos fabricantes, no obstante, ha sido y es difícil ponernos de acuerdo entre todas las tiendas".

Lo que es claro, son las ganas de los entrevistados para que San Diego se fortalezca como zona de computación. Sólo falta, pareciera, alguien que "lance la primera piedra" y logre aglutinar los esfuerzos que locatarios, marcas y mayoristas, han hecho y siguen haciendo hasta el día de hoy.

Otros sectores, como el rubro del calzado en calle Victoria o el Barrio Italia con tiendas de antigüedades y de diseño lo han conseguido ¿Podrá el de San Diego concretar su anhelo?