El polémico artículo de Carr provocó variadas reacciones de ejecutivos y académicos, algunos de ellos apoyándolo y otros, refutándolo. Entre sus detractores está Paul Strassman, consultor ejecutivo de la NASA y autor de uno de los estudios que Carr cita en su artículo. En su réplica, Strassman aborda los argumentos de Carr y los refuta con datos más profundos que los del primer artículo.
Siete años más tarde quisiera centrarme en la discusión de Carr y Strassman sobre si las TI son o no estratégicas para los negocios. El argumento de Carr es que las TI son cada vez más baratas, por lo que todo el mundo las puede tener (especialmente mi competencia), de esta forma, no entregan un posición estratégica a un negocio. En su argumento, muestra estudios que indican que las empresas que más invierten capital en TI no son las que tienen el mejor desempeño. Strassman, en tanto, replica que las inversiones de capital en TI tienen ese comportamiento, sin embargo las inversiones que no son de capital (como el software), tienen rendimientos crecientes y costos que van bajando, por lo que son una muy buena fuente de ventajas competitivas.
¿Qué significa que el software provea el beneficio y no el hardware? Hoy, al igual que siete años atrás y desde el comienzo de las TI, la importancia de las mismas no está en tenerlas o no, sino en saber usarlas para obtener una ventaja competitiva. Las TI no son estratégicas "per se", pero se vuelven así cuando apoyan procesos estratégicos para el negocio. En términos prácticos, qué hago con las TI; y eso es el software. Hay un abismo de diferencia entre dos empresas con igual número de computadores y servidores, una de las cuales corre una buena instalación de SAP versus otra que maneja todo en planillas Excel compartidas por la red. El hardware simplemente habilita al software, que a su vez apoya el proceso de negocio.
¿Cuáles son las consecuencias de esto para el gerente de TI? Un buen ejecutivo no será quien compre la última tecnología por comprarla, sino quien sepa ubicar estratégicamente sus inversiones. Por ejemplo, para una empresa de servicios el mayor costo es el recurso humano, si ésta utiliza software cliente-servidor, con un servidor central en Santiago y sucursales a lo largo del país, mejorar la eficiencia de sus empleados puede hacer una gran diferencia.
Mil veces más fácil sería la vida de este gerente si su proveedor de TI entendiera del negocio y le llevara una oferta enfocada a sus necesidades. Es necesario que los proveedores aprendan de sus clientes, de su estrategia, de sus procesos de negocio, y que no sólo ofrezcan la última tecnología, sino la mejor manera de realizar ciertos procesos. Sólo de esta forma las TI no sólo importarán, sino que entregarán una ventaja competitiva para el cliente.