Todos los recursos financieros estuvieron destinados a recuperar capacidad instalada para que las empresas retomaran su competitividad. Superada esa emergencia el discurso del Gobierno en estos 8 meses ha sido visualizar a Chile como un país desarrollado para 2018, y la base para conseguirlo es el crecimiento a un 6% anual, lo cual tiene que ver con mejorar la productividad y aumentar la inversión. Aquí las empresas TI tendrán un rol fundamental.
El concepto clave es la productividad. Pero la productividad no pasa sólo por los ejecutivos, sino también por los empleados. Si ellos no hacen su trabajo en menos tiempo no se logra el objetivo. Es por eso que las TI deben desplegar una infraestructura estable, que el acceso a la información sea oportuno y, una gran tarea, mejorar la relación entre el usuario y la tecnología: ¿Ganamos algo como sociedad y como empresa si el empleado mejora su eficiencia y puede irse a casa a las seis de la tarde?
Esa es otra pregunta que el empresario debe hacerse en 2011. Un empleado que utiliza las herramientas TI para mejorar la eficiencia de su trabajo será un empleado más feliz, pues podrá retirarse antes a su hogar doblemente contento: porque cumplió los objetivos laborales y porque tendrá tiempo libre; y el empresario maximizará su ahorro en energía pues habrá menos luces encendidas, más computadores apagados y un mejor clima laboral. Para empezar a caminar en esa dirección hay que lograr que el usuario logre acercarse a la tecnología y aprovecharla al máximo para su propio beneficio; como empresa líder en los temas tecnológicos lo tenemos claro, y por eso es que nuestra consultoría está al servicio de quienes quieran capacitar a su personal para lograr ahorro en todos los sentidos: ahorro de tiempo, ahorro de energía y mayor productividad.
El concepto de Teletrabajo está recién dando algunas luces. Nadie en el Gobierno se ha comprometido, nadie ha sugerido ahondar en sus virtudes, pero está claro que las empresas privadas llevan la delantera. Pero también hay un ingrediente cultural que debe trabajarse, ojalá, a partir de 2011.
Todos conciben como eficiente y productiva a la persona que se queda en su oficina hasta altas horas de la noche, cuando debería ser lo contrario. Si este cambio cultural logra insertarse a través de la educación seguramente cambiarán las prioridades, y éstas serán lograr mayor productividad y competitividad.
Concebir esquemas de trabajo fuera de la oficina provocará ahorro en desplazamiento, ruido medioambiental, luz, arriendo de oficinas, etc. Es hora de convencerse de que las personas pueden mejorar su productividad y trabajar desde sus casas si se invierte en TI. La virtualización ya está instalada, pero para el usuario común es un término ajeno.
Innovación, educación y trabajo son los tres frentes donde el Gobierno está invirtiendo porque sabe que ahí está el mejoramiento de la productividad. A esos queremos agregar la inversión en TI, pero teniendo en cuenta que no es una garantía por sí sola; el proceso de adopción de la tecnología, la capacitación al usuario, es lo que finalmente mejora la productividad del empleado y, por ende, de la empresa. Allí es donde entrará fuertemente en 2011 el sistema de Anida denominado PMO, el que justamente está orientado a que el usuario final tenga una fácil comprensión de los sistemas tecnológicos y la obtención de un respaldo de sus datos por si tiene algún accidente y pierde toda la información de su PC.