Durante más de dos décadas, los métodos de protección y garantía de disponibilidad e integridad de estos activos han sufrido múltiples mutaciones, conducidos por políticas y procesos y agarrotados de soluciones comerciales o de uso libre, pero siempre en permanente cambio, adaptándose a las nuevas amenazas o vulnerabilidades y desvelando a los responsables de las áreas involucradas para mantenerse al día de las nuevas tecnologías y soluciones disponibles, todo esto para asegurar el cumplimiento de los principios mencionados para que el negocio continúe funcionando.

Hoy, la información está migrando a "la nube". El inevitable e incesante progreso de las telecomunicaciones y la evolución de la interacción social y comercial en internet ha llevado a que nuestra información deje de estar almacenada en dispositivos fijos por completo y vaya de a poco transitando el rumbo de los dispositivos móviles y la gran "nube" de información que nos ofrece internet, que además es redundante, escalable y promete una disponibilidad incomparable a la de los sistemas de almacenamiento conocidos.

Esta tendencia acarrea nuevas interrogantes, y uno de los que surgen de inmediato, tiene que ver con dos de los principios básicos de la seguridad de la información: La Integridad y la Confidencialidad de los activos, antes a nuestro alcance, en nuestro entorno, y ahora almacenados en algún disco rígido –o varios- en alguna parte del planeta tierra muy lejos de nuestros administradores de sistemas y de nosotros mismos. ¿Están seguros?; ¿alguien más puede tener acceso a ellos?; ¿quién me garantiza que mañana voy a necesitar mi información y estará disponible?; ¿me ampara alguna ley?; son sólo algunas de las incógnitas que sobrevuelan las cabezas de los ejecutivos y que seguramente quitan el sueño de los abogados de las empresas.

Sin embargo, decíamos que parte del proceso de la seguridad de la información es adaptarse a los cambios y evolucionar a tiempo para ofrecer vías de protección adecuadas a los tiempos que corren y no perecer en el intento; por lo tanto las tecnologías de protección de información desde la nube han aparecido en los últimos años. En el caso de Panda Security desde el año 2007 que estamos trabajando en adaptar nuestros productos y transformarlos en servicios en la nube. Hoy podemos encontrar soluciones Antivirus -aunque lo correcto sería Antimalware-, soluciones de protección del correo electrónico y de todo el tráfico de navegación de nuestros clientes, desde una plataforma redundante y de alta disponibilidad en la nube.

Nos encontramos ante una transición natural de los procesos de integridad, disponibilidad y confidencialidad de la información. Será necesario afrontar cambios en nuestra mentalidad cultural y entender que sin lugar a dudas la nube supone amplios beneficios para nosotros, los usuarios, nuestra movilidad y nuestro acceso permanente a nuestros activos más importantes; pero no debemos descuidar que será imprescindible constituir una legislación internacional que contemple estos procesos y proteja los derechos de propiedad de los usuarios y su información, o la gran nube puede contener muchas áreas de tormenta en el futuro.