Según Yankee Group "cuando surgen los problemas con el software falsificado, los administradores de TI precisan un 20% o un 30% más de tiempo y trabajo para identificar y resolver los problemas con un costo monetario para la empresa". En tanto que en estudios realizados sobre versiones falsificadas de software de Microsoft ®, uno de cada tres discos no se podía instalar en la computadora. Más del 40% de los restantes discos falsificados instalados contenían programas o binarios adicionales con vulnerabilidades conocidas.
Pero no sólo eso. El software falsificado puede contener "software espía" que se instala en su equipo y transmite información personal sin que usted se dé cuenta, como números de tarjeta de crédito y cuentas bancarias, contraseñas y libretas de direcciones. Los ladrones cibernéticos encuentran, con frecuencia, puntos vulnerables en el software, por eso los proveedores de software ofrecen parches para cubrirlos. Si alguien tiene versiones fraudulentas de software, no podrá instalar estas actualizaciones auténticas, y quedará desprotegido ante los posibles ataques.
Por último, quien suministra software defectuoso e ilegal no puede suministrar soporte técnico. El software pirateado normalmente tiene documentación inadecuada, que no permite a los consumidores usufructuar todos los beneficios del paquete de software.
Los efectos negativos de esta ilegalidad afectan también al crecimiento de los países. La economía reduce sus ingresos por evasión de impuestos, se atenta al comercio y se afecta la generación de empleo formal y los trabajadores dependientes de la piratería están desprotegidos porque no tienen acceso a seguridad social ni a leyes laborales.
El desarrollo del país en su conjunto cae porque cuando se vende un software la mayoría de los creadores invierten una parte de la ganancia en investigación y desarrollo futuro para las mejoras del mismo paquete de software. Cuando esos programas son pirateados, está claro que el desarrollo de nuevas versiones se interrumpe y eso termina perjudicando a toda la cadena. Finalmente es el propio consumidor el que dejará de tener acceso a mejor tecnología.
Es cierto que muchos usuarios nunca se dieron cuenta que estaban pirateando. Por lo general, el software falsificado se vende en sitios web fraudulentos o en anuncios clasificados.
¿Cómo protegerse entonces? Comprando sólo software de empresas de confianza; cuando se realice ncompras en Internet, asegurarse de que la página web sea auténtica; antes de proporcionar información sobre la tarjeta de crédito, comprobar la dirección URL de la página. Debe ser https, no sólo http; si parece que el precio es demasiado bueno para ser real, probablemente esté en lo cierto. Desconfiar de los precios extremadamente bajos y volver a verificar la autenticidad del sito; si el software llega en una funda blanca o un sobre blanco, probablemente sea falso. El software legítimo llega en paquetes envueltos en plástico, junto con tarjetas de registro e instrucciones impresas.
No se deje engañar... El proverbio popular bien lo dice
muchas veces lo barato cuesta caro, no sólo para usted, también para el país y para toda la sociedad.