El mercado de servidores en América Latina tiene suficiente espacio para crecer más allá de un 15%. En los países desarrollados, las empresas tienen en promedio un servidor por cada 25 máquinas. Por su parte, la media mundial es de un servidor por cada 35 máquinas. En América Latina, sin embargo, el promedio es de un servidor por cada 100 máquinas, lo que provoca cuellos de botella y socava nuestra productividad.

Con la concientización cada vez mayor del mercado y las buenas perspectivas de las economías de la Región, cada vez más empresas tienen que invertir para revertir tal situación. En otras palabras, es un momento excelente para los proveedores de soluciones.

Servidores inteligentes y económicos, pueden hacer más con un gasto menor de energía eléctrica. Menos energía significa menos daño al medio ambiente y también un ahorro en la factura de electricidad, lo que ayuda en el retorno de la inversión. Los servidores más modernos también tienen características para trabajar con la virtualización de máquinas o cloud computing, que son dos grandes vectores para la expansión de este mercado.

La virtualización ya es una realidad, pues trae varios beneficios a las empresas, como el uso más inteligente de los recursos de TI y la optimización de la seguridad. Ya vemos en América Latina a grandes empresas y proveedores de servicios que utilizan las capacidades de la virtualización para conseguir la máxima eficiencia de sus servidores. Vemos este escenario con mucho optimismo, sobre todo para nuestra familia de procesadores Intel Xeon, que proporcionan herramientas para optimizar los proyectos de virtualización, gracias a la Intel Virtualization Technology (Intel VT), además de facilitar la migración de los servidores virtualizados a máquinas nuevas.