Sin embargo, cabe destacar que la caída general del negocio de las TI fue bastante inferior al compararla con otras industrias cuyo decrecimiento en el período incluso superó el 50%. Al parecer fuimos afortunados. Quizás una de las razones que favoreció a nuestra industria es que muchas empresas buscaron formas de hacer más eficientes sus procesos de negocio, siendo la incorporación de tecnología una forma efectiva de lograr dicho objetivo. Adicionalmente, se ha producido un crecimiento de la inversión en TI en el sector público, lo que favoreció a nuestro sector.

¿Qué pasó durante la crisis con las empresas que integran el canal de distribución? Pienso que éstas han capeado razonablemente bien la amenaza. En épocas de crisis, o ante desafíos o escenarios inciertos, es normal que las organizaciones, es decir las personas que las componen, aumenten sus niveles de stress. El stress, dentro de niveles razonables, provoca que las personas mejoren su desempeño abordando de mejor forma sus tareas. De esta manera, la mayoría de las personas se preocupó y se sintió presionada a trabajar mejor y con mayor dedicación, lo que en definitiva mejoró la eficiencia de sus propias organizaciones.

Durante el segundo semestre se ha apreciado un cambio positivo de tendencia en los negocios de TI. La confianza ha vuelto en gran medida y no se habla más de crisis. Según los últimos indicadores entregados por ACTI e IDC se espera un crecimiento en las ventas de TI del orden del 8% durante el 2009. Desglosando por áreas, el negocio del software crecería un 25%, el de hardware un 5% y el de servicios un 6,5%. De alcanzarse estas tasas de crecimiento, sería un excelente resultado para este año; considerando las bajas expectativas que se tenían al inicio del mismo. Así que atrevámonos a decirlo: la crisis ya pasó o por lo menos no le echemos más la culpa.

Hoy las expectativas del mercado son positivas para el cuarto trimestre y se espera que el 2010 sea un año expansivo. En este nuevo escenario, aquellos actores del canal de distribución que hayan aprendido la lección de los tiempos difíciles son los que mejor capitalizarán las nuevas oportunidades. Las enseñanzas a las que aludo son la necesidad de mejorar los procesos de gestión y el aspecto financiero de la organización. Adicionalmente, aquellos que desarrollen competencias diferenciadoras serán los vencedores. Las competencias a las que me refiero son la innovación, la especialización y la satisfacción de los clientes. Justamente, estos tres pilares son los que llevan a las empresas a aprovechar mejor las oportunidades, descubrir mercados y generar nuevos modelos de negocio, lo que en definitiva las lleva a ser exitosas y a alcanzar posiciones de liderazgo.