Las empresas de TI han evolucionado junto con la tecnología, pero no todas han logrado realmente progresar en términos de mejorar la calidad del conocimiento de sus empleados, que va en directa relación con lo que pueden trasmitir a sus clientes, y por ende, al desarrollo del país. Las marcas generan el esfuerzo en llevar su tecnología a todo ámbito nacional, desde el gobierno con planes transversales, hasta los resellers para una implementación sana y robusta a sus clientes finales. En este sentido, los directores de cada reseller tienen un rol fundamental que no sólo involucra preocupación de su caja de cada 30 días, sino también de realizar un plan de negocios a mediano y largo plazo. Cabe preguntarse entonces, ¿Qué quiero de mi empresa en cinco ó 10 años más? ¿Qué aporte a la sociedad estoy logrando? ¿Tengo los ejecutivos correctos? ¿He invertido debidamente en el desarrollo de mi equipo? ¿Estoy llegando a los niveles correctos dentro de mis clientes finales? Estas son algunas de las preguntas fundamentales para poder entender que la venta de servicios y productos TI es mucho más que sólo el flujo de caja del mes. Tener "buena gente" En mis años de carrera en el sector TI, he visto crecer, cerrar y nacer diferentes empresas, algunas con más éxito que otras, pero a la hora de evaluar cuál fue la diferencia entre una u otra, fue sólo una: la motivación de las personas que trabajaron en esas organizaciones y principalmente, la que el director de ésta le pudo trasmitir a su equipo de trabajo. En resumidas cuentas, la clave está en tener "buena gente", y cuando hablo de buena gente, no me refiero sólo a lo profesional, sino a personas motivadas que entiendan el gran cambio que se necesita realizar para que este país realmente se desarrolle a tasas diferenciadoras. En todos los eventos que participo escucho palabras como "valor agregado", y cada vez que oigo este concepto, me surgen dudas sobre si éste encarece el valor de los productos o si realmente el canal de distribución sabe qué significa. Cuando queremos que el canal se certifique o se profesionalice, siempre existe un rechazo: "Que esto es caro, que aún no vendo, que realizaré el proyecto y luego me certifico", etc. Cada vez que alguien me dice esto, pienso en cómo sería si dejáramos a un estudiante de arquitectura construir un edificio y luego permitirle que se titule ¡Es inaceptable! El canal debe aprender que la capacitación es la forma de crecer, tanto ellos mismos como el país. Espero que con estas palabras, se genere por lo menos la discusión en los directores de empresas, y puedan realmente realizar una mirada al interior de su gestión y se decidan a evolucionar realmente, más allá del mero discurso. |